La idea de almacenar información aprovechando la capacidad de codificación del ADN es casi tan antigua como el conocimiento de esta molécula biológica. En los últimos años se han ido resolviendo los problemas prácticos que plantean el almacenamiento de datos sin errores y su posterior descodificación, convirtiendo lo que era ciencia ficción en una tecnología real.
El pasado año, un equipo de investigadores aplicó un algoritmo diseñado para transmitir vídeo en streaming a la codificación de información en ADN, obteniendo una técnica llamada DNA Fountain que es capaz de almacenar 215 petabytes de datos en solo un gramo de material biológico. Gigantes tecnológicos como Microsoft se están volcando en esta tecnología, pero también un puñado de startups; una de ellas, Catalog, anunció en 2018 que este año lanzará el primer servicio comercial de almacenamiento de datos en ADN.
El futuro del almacenamiento esta en el ADN; en bases de ADN a partir del código binario
No es ningún secreto que nuestro ADN es único en muchos sentidos, y una de esas formas incluye la capacidad de almacenar enormes cantidades de datos. Microsoft colaboró con la Universidad de Washington (EE. UU.) para demostrar el almacenamiento totalmente automatizado de datos de ADN, que es un paso importante en el desarrollo de tecnología para laboratorios de investigación y centros de datos comerciales.
Los investigadores del equipo lograron guardar con éxito la palabra "hola" en fragmentos de ADN y luego los convirtieron de nuevo en datos digitales utilizando un sistema automatizado de extremo a extremo.
Los investigadores del equipo lograron guardar con éxito la palabra "hola" en fragmentos de ADN y luego los convirtieron de nuevo en datos digitales utilizando un sistema automatizado de extremo a extremo.
Los expertos estaban explorando formas de llenar el vacío entre la enorme cantidad de datos con los que tratamos a diario y encontrar un dispositivo que pueda almacenar esos datos. Para llenar el vacío, los expertos produjeron algoritmos y tecnologías de computación molecular que podían codificar y recuperar datos.
"Nuestro objetivo final es poner un sistema en producción que, para el usuario final, se parece mucho a cualquier otro servicio de almacenamiento en la nube: los bits se envían a un centro de datos y se almacenan allí, y luego aparecen cuando el cliente los quiere", comenta Karin Strauss, líder del estudio que recoge la revista Nature. "Para hacer eso, necesitamos demostrar que esto es práctico desde una perspectiva de automatización".
Muchas gracias esta información ha sido de mucha utilidad !!
ReplyDeleteSobre todo me parecen interesantes las ultimas investigaciones realizadas sobre el tema.
Me parece muy lindo este blog... muy interesante.
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